Papiro
Cyperus alternifolius

Típica de las zonas húmedas, el papiro es una planta muy utilizada para centros en recipientes de cristal o decoración de estanques, ya que es una planta acuática (también se cultiva en tierra).
Tiene hojas alargadas y finas que forman una roseta, con una tonalidad de verde oscuro en la faz superior y verde claro en la inferior.
Sus flores nacen justo en el centro de la roseta y adquieren un color pardo muy llamativo.
Los riegos deben ser muy frecuentes y abundantes, manteniendo el cepellón húmedo en todo momento, lo que se puede conseguir con un plato lleno de agua bajo la maceta. También es bueno vaporizar el follaje.
Se puede situar tanto en un lugar soleado como en semisombra, con una temperatura normal (de 18 a 20ºC). Es una planta fuerte, que tolera el frío en invierno (hasta los 10 - 12ºC).
El abonado se realiza durante el verano y de forma semanal.
Para trasplantar un papiro bastará con utilizar un substrato normal y hacerlo en verano.
En cuanto a la poda, no será necesario hacer nada mas que retirar los tallos amarillentos o secos.
Para multiplicar esta planta lo haremos mediante la división de las macollas, cortando un trozo de roseta (separando las hojas después) y colocándola en un recipiente con agua, en un ambiente cálido (con temperaturas de 20-25ºC).
Desde que aparezcan las raíces podremos trasplantar este nuevo papiro a una maceta individual con mezcla ligera.
El papiro es una planta resistente pero en verano se muestra un tanto sensible a los pulgones y las moscas blancas.

Puede ocurrir que los tallos o "el cuello" se tornen a tonalidades negruzcas, lo que provoca después que las hojas comiencen a amarillear y se caigan.
Si esto sucede, estaremos ante dos posibles causas:
- El primer caso es debido a un ambiente demasiado frío y un exceso de humedad.
- En el segundo punto, riego poco frecuente. Vaporizar el follaje continuamente.
Escrito por Jaime Trujillo Escobedo