La limpieza e higiene de los periquitos

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• El entorno


• El aseo del periquito

El entorno

Como cualquier animal de compañía, el periquito necesita disponer de un entorno limpio y apto para vivir cómodamente. La jaula debe limpiarse con mucha frecuencia, enjabonando bien la bandeja sobre la que el periquito hará sus necesidades. Una vez a la semana conviene desinfectarla a fondo.

Tiene que situarse en un ambiente ventilado pero no expuesto a corrientes de aire.

Saca a los periquitos para facilitar la limpieza; puedes utilizar lejía para acabar con todo tipo de bacterias pero asegúrate de enjuagar muy bien cada barrote (si no lo haces, los pájaros sufrirán irritación en las patas y se intoxicarán).

Cada accesorio de la jaula también debe limpiarse a fondo. Comederos, bebederos, juguetes y palos deben estar limpios a diario. Cada día necesita agua nueva y fresca (no demasiado fría) para evitar la aparición de los hongos y bacterias en una fina capa verde alrededor del bebedero.

Al limpiar los comederos, retira las cáscaras vacías y reemplázalas por semillas nuevas. Para hacer esta separación, ve removiéndolas y soplando en el interior del comedero: comprobarás que muchas cáscaras salen ‘volando’.

No utilices esta técnica cada vez que cambies la comida ya que muchas semillas permanecerán en el fondo del comedero sin ser reemplazadas, aparecerá moho, bacterias y terminarán germinando (‘contagiando’ a las demás).

Otro punto a tener en cuenta es la aparición de parásitos. Diminutos insectos que residen en todo el plumaje y sobre todo bajo las alas de nuestros periquitos. Puedes determinar si hay una plaga atacando cuando el pájaro se expurgue, frote o rasque con verdadera ansiedad.

El aseo del periquito

Cada pájaro es independiente y por tanto, el aseo es distinto en cada uno de ellos. La mayoría se limpiará el pico al terminar de comer, frotándolo en los palos de la jaula. En cualquier momento del día comenzará a limpiarse el plumaje con ayuda de las patas y el pico (arrancará cualquier pluma sucia o rota).

El pico y las uñas crecen con rapidez, aunque éstas últimas podrían hacerlo de forma anormal. Lo normal es que cada pájaro desgaste sus uñas en los palos de la jaula aunque puede darse el caso de que alguno en particular no lo haga.

Obviamente tendrás que intervenir. Si no tienes experiencia, aconsejo que acudas a tu veterinario ya que al cortar las uñas de un periquito se debe prestar mucha atención a una pequeña venita rojiza que provocará una gran hemorragia en caso de ser cortada.

La vena puede localizarse al trasluz, por lo que es posible guiarnos al cortar la uña. Te recomiendo leer el artículo acerca de cómo cortar las uñas a un periquito.

Una vez cortadas las uñas, crecerán con mayor rapidez y más curvadas, lo que requerirá un nuevo corte. Es fundamental que tus periquitos dispongan de un hueso de sepia o jibia para limarse el pico (leer sección sobre los accesorios) y obtener el calcio –entre otros minerales- que necesita.

Durante las épocas calurosas, en verano, suelo remojar a mis periquitos con agua fría en un pulverizador suave.

Cuando tienen calor, el plumaje se pega completamente al cuerpo -lo que reduce su tamaño-, y entreabren el pico para inspirar la mayor cantidad de aire posible.

Al decir que los pulverices no me refiero a que los empapes de arriba abajo sino que los remojes un poco.
Conviene más empapar la jaula y dejar que ellos mismos beban y se refresquen con las gotitas de los barrotes a que los ‘duches’.

En muchos establecimientos encontrarás bañeras de plástico o barro con el fin de ofrecer un rincón refrescante para los pájaros. Aunque a no todos les gusta, sería bueno incluir una bañera en la jaula, o tan solo un simple platito de barro con agua para permitir que humedezcan el plumaje si lo desean (algo fundamental durante la época de cría).

Escrito por Jaime Trujillo Escobedo