En ocasiones conocemos al detalle las características de los perros de las grandes ciudades, pero olvidamos que también hay otros canes que nunca han salido del campo. Una de estas especies es el perro de pastoreo vasco, una raza que ha crecido entre valles y montañas, y que siempre se ha encargado de velar por los rebaños hasta el atardecer. No sólo por su compañía, sino por la ayuda que presta, ejemplos como él son los que le dan un verdadero sentido a la expresión que otorga el título de ‘mejor amigo del hombre’.
El perro de pastoreo vasco, Euskal Artzain Txakurra tal y como se le conoce en su tierra de origen, es un perro ovejero con una historia tan rica como antigua. Algunos restos óseos hallados en cuevas del Neolítico dan fe de que, 12.000 años atrás, los ganaderos de la región ya empleaban a estos animales para el pastoreo. Más tarde, se le ha reconocido en diversos frescos pictóricos del S. XVI, atestiguando una popularidad que llegó a trascender desde los ambientes rurales a las más altas esferas de la corte de la época.
Pese a todo, y en contra de estas y otras muchas evidencias, su reconocimiento oficial se hizo esperar. Es por ello que un estudio real de esta raza requirió un análisis en profundidad de más de 3.000 de estos canes a lo largo y ancho de Euskadi. En enero de 1996 la Real Sociedad Canina de España reconoció a esta raza como un animal único con dos variedades: el Iletsua ('peludo') y el Gorbeiakoa (originario de los montes de Gorbeia).
Gorbeiakoa: el más antiguo
Al margen de que el Gorbeiakoa es considerado el más puro y antiguo de los dos, ambas variedades comparten un temperamento y unas características físicas similares. Su belleza, afirmada por aquellos que lo adoptan como uno más de la familia, se une a su insuperable talento en el pastoreo de ovejas, vacas, e incluso caballos. Uno de los grandes responsables de su recuperación es Miguel Marañón.
Aunque ambas clases de perro de pastoreo vasco son fáciles de diferenciar, es preciso señalar que algunos Gorbeiakoa son conocidos como 'rojillos' por el color marcadamente cobrizo de su pelaje. En cuanto a su personalidad, el Gorbeiakoa es un perro orgulloso, amistoso y fiable. Su rostro está a menudo cubierto por cuatro o cinco manchas, de las cuales una suele ser una línea blanca que va desde el rabillo del ojo hasta la base de la oreja. Mientras su hocico y su cuellos son finos y alargados, el rabo alcanza un tamaño mediano.
Iletsúa: la variedad territorial
Ante todo, el Iletsua se diferencia por su estricto sentido del territorio y por el fuerte vínculo que establece con su dueño, de quien rara vez se separa. En cuanto a la apariencia, su pelaje de extensión media es más corto a la altura del rostro mientras que en las extremidades el color de su manto pasa a ser castaño claro o incluso ligeramente rubio. Deberemos prestar atención para que el pelo no llegue a cubrirle sus ojos y así evitar problemas relacionados con la visión.
Por otra parte, la cabeza del Iletsua es más pequeña si la comparamos con el resto del cuerpo, si bien su cuello es corto y muscular. A juego con su pelaje, sus ojos de forma ovalada son marrones y, en ciertos ejemplares, éstos alcanzar tonalidades ambarinas. Por último, apuntar que sus orejas triangulares mantienen una proporción adecuada con la cabeza y pueden llegar a presentar arrugas. Luis Mari López de Ipiña es el criador más importante de esta variedad. Al mismo tiempo, hay que agradecer la intervención de Mariano Gómez Fernández, veterinario del servicio de Ganadería de la Diputación Foral de Bizkaia y secretario del Euskal Artzain Txakurraren Elkartea o club de la raza, quien elaboró la tesis doctoral del Euskal Artzain Txakurra.
Aún por descubrir
Desgraciadamente, el localismo de una especie canina genera, en la mayoría de los casos, múltiples obstáculos para su supervivencia. Hoy en día, el Euskal Artzain Txakurra cuenta con 411 ejemplares reconocidos desde que se celebrara la primera monográfica de la raza. En este sentido, la cría del Iletsua está protegida por un par de aficionados vascos que hacen todo lo posible por impedir su extinción. El hecho de que el Gorbeiakoa siga siendo el preferido para las tareas de careo y conducción del rebaño le ha relegado de estas labores, aspecto que estos cuidadores intentan corregir poco a poco.
La rápida adaptación a la vida urbana es también otra ventaja del perro de pastoreo vasco, aunque no tanto para el 'rojillo' como para su compañero más peludo. La solución para su completa recuperación pasa por el cuidado y la cría de los propios pastores quienes, además de educarlos en su labor, los presentan en los concursos de pastoreo con ovejas que cada año se celebran en numerosas poblaciones del País Vasco. Gracias a éstos, el anonimato que siempre ha rodeado al guardián del caserío por excelencia está abriendo el camino de una más que merecida celebridad.
El perro de pastoreo vasco, Euskal Artzain Txakurra tal y como se le conoce en su tierra de origen, es un perro ovejero con una historia tan rica como antigua. Algunos restos óseos hallados en cuevas del Neolítico dan fe de que, 12.000 años atrás, los ganaderos de la región ya empleaban a estos animales para el pastoreo. Más tarde, se le ha reconocido en diversos frescos pictóricos del S. XVI, atestiguando una popularidad que llegó a trascender desde los ambientes rurales a las más altas esferas de la corte de la época.
Pese a todo, y en contra de estas y otras muchas evidencias, su reconocimiento oficial se hizo esperar. Es por ello que un estudio real de esta raza requirió un análisis en profundidad de más de 3.000 de estos canes a lo largo y ancho de Euskadi. En enero de 1996 la Real Sociedad Canina de España reconoció a esta raza como un animal único con dos variedades: el Iletsua ('peludo') y el Gorbeiakoa (originario de los montes de Gorbeia).
Gorbeiakoa: el más antiguo
Al margen de que el Gorbeiakoa es considerado el más puro y antiguo de los dos, ambas variedades comparten un temperamento y unas características físicas similares. Su belleza, afirmada por aquellos que lo adoptan como uno más de la familia, se une a su insuperable talento en el pastoreo de ovejas, vacas, e incluso caballos. Uno de los grandes responsables de su recuperación es Miguel Marañón.
Aunque ambas clases de perro de pastoreo vasco son fáciles de diferenciar, es preciso señalar que algunos Gorbeiakoa son conocidos como 'rojillos' por el color marcadamente cobrizo de su pelaje. En cuanto a su personalidad, el Gorbeiakoa es un perro orgulloso, amistoso y fiable. Su rostro está a menudo cubierto por cuatro o cinco manchas, de las cuales una suele ser una línea blanca que va desde el rabillo del ojo hasta la base de la oreja. Mientras su hocico y su cuellos son finos y alargados, el rabo alcanza un tamaño mediano.
Iletsúa: la variedad territorial
Ante todo, el Iletsua se diferencia por su estricto sentido del territorio y por el fuerte vínculo que establece con su dueño, de quien rara vez se separa. En cuanto a la apariencia, su pelaje de extensión media es más corto a la altura del rostro mientras que en las extremidades el color de su manto pasa a ser castaño claro o incluso ligeramente rubio. Deberemos prestar atención para que el pelo no llegue a cubrirle sus ojos y así evitar problemas relacionados con la visión.
Por otra parte, la cabeza del Iletsua es más pequeña si la comparamos con el resto del cuerpo, si bien su cuello es corto y muscular. A juego con su pelaje, sus ojos de forma ovalada son marrones y, en ciertos ejemplares, éstos alcanzar tonalidades ambarinas. Por último, apuntar que sus orejas triangulares mantienen una proporción adecuada con la cabeza y pueden llegar a presentar arrugas. Luis Mari López de Ipiña es el criador más importante de esta variedad. Al mismo tiempo, hay que agradecer la intervención de Mariano Gómez Fernández, veterinario del servicio de Ganadería de la Diputación Foral de Bizkaia y secretario del Euskal Artzain Txakurraren Elkartea o club de la raza, quien elaboró la tesis doctoral del Euskal Artzain Txakurra.
Aún por descubrir
Desgraciadamente, el localismo de una especie canina genera, en la mayoría de los casos, múltiples obstáculos para su supervivencia. Hoy en día, el Euskal Artzain Txakurra cuenta con 411 ejemplares reconocidos desde que se celebrara la primera monográfica de la raza. En este sentido, la cría del Iletsua está protegida por un par de aficionados vascos que hacen todo lo posible por impedir su extinción. El hecho de que el Gorbeiakoa siga siendo el preferido para las tareas de careo y conducción del rebaño le ha relegado de estas labores, aspecto que estos cuidadores intentan corregir poco a poco.
La rápida adaptación a la vida urbana es también otra ventaja del perro de pastoreo vasco, aunque no tanto para el 'rojillo' como para su compañero más peludo. La solución para su completa recuperación pasa por el cuidado y la cría de los propios pastores quienes, además de educarlos en su labor, los presentan en los concursos de pastoreo con ovejas que cada año se celebran en numerosas poblaciones del País Vasco. Gracias a éstos, el anonimato que siempre ha rodeado al guardián del caserío por excelencia está abriendo el camino de una más que merecida celebridad.
Autor: pastorvasco.com
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