Hiedra aralia
Fatshedera Lizei
La Hiedra aralia, perteneciente a la familia de las Araliáceas, es una planta de interior magnífica para la decoración de galerías o vestíbulos.
Durante el verano podemos situarla en el exterior, ya que tolera sin problemas el aire libre (siempre y cuando no haya cambios bruscos en la temperatura).
Estamos ante una planta híbrida, obtenida a partir de la Hiedra y la Fatsia japonica. Sus hojas tienen un color verde oscuro brillante.
Está ramificada desde la base y llega a alcanzar la altura de 70 a 120 centímetros.
El abonado se realiza entre los meses de abril a septiembre, cada 15 días.
El riego debe ser regular durante el verano (época durante la cual será necesario vaporizar el follaje) y escaso en invierno.
Debemos situarla en un lugar con temperaturas de 12ºC a 14ºC durante el verano y 10ºC en invierno.
No necesita podarse pero agradecerá el despunte de los brotes durante la primavera y el verano.
Puede darse el caso de que los tallos (ramificados desde la base) se alarguen desmesuradamente por falta de luz. Por ello es importante colocarla en un lugar luminoso pero sin sol directo.
Por otro lado, las hojas pueden tornarse a un color amarillento y seguidamente caer. Claramente esto se debe a la falta de agua. Estaremos pendientes de la tierra, la cual debe estar siempre húmeda.
Para el trasplante utilizaremos un substrato ligero y lo haremos entre marzo y abril.
La multiplicación de la Hiedra aralia se hace a través de esquejes terminales que se obtienen en primavera para después introducirlos en un substrato ligero y situados en un lugar claro y húmedo. Cuando aparecen las raíces, estas futuras plantas se trasladan a una maceta con el mismo substrato utilizado por la madre.
Siendo sensible a la araña roja y a la cochinilla, esta planta debe vigilarse frecuentemente ya que también puede alojar pulgones en las ramas y los brotes.
Por último debo decir que la presencia de tutores en la hiedra aralia debería ser fundamental, a medida que crece, de manera que podamos "dirigirla" fácilmente.
Escrito por Jaime Trujillo Escobedo
Esta hiedra es preciosa, jaime... Una lindura!
Pienso lo mismo Laube, y además sus cuidados no son nada complicados ^_^.