
Si la convivencia entre un periquito y un perro es pacífica se debe a la buena educación de este último. El perro puede llegar a aceptar al periquito como a un miembro más de la familia y además considerarle su protegido. Incluso puede darse el casa de que el perro aguante resignadamente todo tipo de bromas por parte del pajarillo.
La amistad entre un periquito y un gato es menos frecuente, ya que debido a las dimensiones del ave, el gato lo ve como una presa. Aunque siempre hay excepciones y en ocasiones algunos gatos aceptan a los periquitos.
Importante:
No se fíe jamás de la armonía en la relación entre un gato y un periquito. Cuando estos dos animales andan sueltos por la casa es preciso que no los pierda de vista. Algunos roedores como las cobayas y los conejos enanos prefieren la tranquilidad y dejan a los periquitos en paz. A veces se gastan alguna broma jugando.
Con los hámsters dorados normalmente no hay ningún tipo de relación, ya que las horas de actividad de estos animales no coinciden. Si se despierta a un hámster durante el día se mostrará agresivo e intentará morder porque estará de mal humor y no tendrá ganas de jugar.
En cambio, la convivencia entre un periquito y un ratón pequeñito puede ser muy divertida. Los dos animales son curiosos, juguetones y gustan de la misma comida, de modo que el juego entre estos dos animales tan distintos puede ser realmente divertido.
Escrito por Jaime Trujillo Escobedo
Fotografía de tigrica