Antes de comenzar con los consejos, debemos tener clara la diferencia entre una plaga y una enfermedad. Las enfermedades agrupan a las bacterias, los virus y los hongos, mientras que las plagas agrupan a los ácaros, los caracoles, los pájaros, los topos…
En caso de haber leído y seguido con precaución los consejos que este artículo ofrece y no haber dado con una solución contra la plaga o la enfermedad, tendrás que afrontar una nueva cura empleando insecticidas químicos o ecológicos, trampas, podas o mediante captura manual.
- El clima es de gran importancia. Obtén plantas que puedan soportar el clima del lugar en el que vives. No tiene sentido obtener una planta, como puede ser una palmera, que morirá durante las heladas del invierno o simplemente quedará debilitada (expuesta a plagas y enfermedades).
- Si el riego se realiza con agua que contiene mucha cal, reduciremos el hierro de las plantas acidófilas como el Brezo, la Camelia, la Hortensia… Utiliza ácido cítrico para rebajar el pH del agua para evitarlo.
- Al comprar una planta, haz una pequeña investigación. ¿Detectas alguna herida, plaga o enfermedad?
- Compra variedades fuertes y resistentes a las enfermedades que habrá cada año en el mercado.
- Evita introducir plantas acidófilas en un suelo calizo porque sufrirán. Algunos ejemplos de plantas acidófilas son el Rododendro, la Hortensia, la Azalea o la Camelia.
- En caso de que una planta haya sido atacada por una plaga o enfermedad y desees reemplazarla por otra, no utilices la misma tierra y, de ser posible, deshazte de la maceta.
- Riega por la parte inferior las plantas sensibles a Botritis, como puede ser la Cineraria, el Kalanchoe o la Saintpaulia. Coloca un plato con agua bajo la maceta y deja que la planta absorba durante unos minutos.
- Renueva el suelo de las plantas. Labra y utiliza abono orgánico (estiércol, mantillo o turba) o drenajes si la superficie se encharca a gran velocidad.
- Atiende al riego que cada planta necesita. Un riego excesivo provocará la pudrición de las raíces.
- Salvo que se cite en alguna de las fichas de las plantas, evita mojar el follaje (hojas y flores). Riega en la base, a ras de la tierra.
- Compra plantas en buenas condiciones, con tallos vigorosos y sin las raíces congestionadas (saliendo de la maceta).
- No plantes demasiados ejemplares en una misma maceta. Una decadencia de espacio ocasiona competencia entre las plantas –por agua y nutrientes- lo que acabará debilitándolas y exponiéndolas a plagas o enfermedades.
- ¿Dispones del tiempo suficiente para regar? Si no es así, elige una planta resistente a la sequía.
- Evita exponer plantas a fuertes corrientes de aire, haz uso de setos, verjas, muros… El frío también es peligroso: puedes cubrir árboles o arbustos con plásticos durante una helada.
- En cuanto a los rosales, no plantes uno nuevo en el mismo lugar que estuvo otro durante más de cinco años. Encontrarás un suelo muy bajo en nutrientes y dotado de Nematodos y hongos. Para plantarla en el mismo lugar, renueva la tierra y haz un agujero con 50 centímetros de diámetro (la misma profundidad).
- No coloques una planta de semisombra al sol ya que solo conseguirás quemarla.
- Compra substratos de calidad. Normalmente para sembrar, se esteriliza el substrato escogido, metiéndolo durante unos minutos en el microondas.
- Si vas a obtener césped, elige una variedad conforme al clima de tu localidad. Existe césped para zonas de secano, zonas de pisoteo o zonas de sombra.
Escrito por Jaime Trujillo Escobedo