Peziza estrellada

Peziza estrellada
Sarcosphaera eximia

Peziza estrellada: Tóxica

Esta peziza, perteneciente a la clase de los Ascomicetos, al orden de los Pezizales y a la familia de las Pezizáceas, es bastante diferente a las demás, por su extraña forma y su original color.

Al ser joven, esta seta tiene una forma esférica, hueca por dentro, similar a un huevo. Crece en la superficie del suelo con un color blanquecino que cambia posteriormente a un amarillo ocre pálido.

Cuando crece, el “huevo” hueco revienta, dividiéndose en 5 ó 6 lóbulos triangulares que adquieren un aspecto similar al de una flor.

Las esporas de esta seta tienen una forma oval y están dotadas de dos núcleos pegajosos y aceitosos.

Se puede encontrar en bosques de coníferas, durante la primavera. Alcanza un tamaño máximo de 20 centímetros, lo que la convierte en la “seta reina” de la familia de las Pezizáceas.

Comer cruda esta seta no es posible, siendo muy tóxica debido a ciertas sustancias que podrían causar problemas en el organismo (normalmente digestivos) o incluso, en el peor de los casos, la muerte.

Por el contrario, si la cocemos bien, esta seta puede ingerirse, a pesar de tener una carne dura, espesa y sin sabor.

El interior de esta peziza tiene un color malva que oscurece por el centro, siendo más pálido por las puntas de los lóbulos.

Escrito por Jaime Trujillo Escobedo