La lactancia

Desde el primer día de vida, los gatitos aprenden a mamar colocando la lengua en forma de "tubito" alrededor de la mama, lo que hace que el pequeño pueda mantenerse así aún cuando la gata se mueve.

A pesar de que algunas mamas producen más leche que otras (las posteriores producen más cantidad), los gatitos nunca cambian su sitio, lo que suele suceder en el caso de los perros, los cuales llegan a pelearse por un sitio mejor.

Durante los primeros días de vida, la leche materna, denominada calostro, es sumamente importante debido a que contiene todo lo necesario para la supervivencia y el crecimiento del pequeño. Estamos hablando de anticuerpos, sustancias nutritivas, calcio...

Cada gatito reconoce "su" mama gracias al olor específico que ésta tiene. Es normal que los cachorros situados en las mamas delanteras sean más fuertes, dejando a los más débiles en las traseras.

Al amamantar a sus cachorros, la gata no los abandona en ningún momento durante el plazo de tres días, lo que puede causarle cierta debilidad. Es necesario que ofrezcamos a la gata una alimentación enriquecida en calcio, minerales y vitaminas.

El nivel de calcio y fósforo debe estar vigilado. Podría darse el caso de que la gata corra el riesgo de padecer tetania de lactancia.

La producción de leche va aumentando y, por tanto, la dieta de la madre debe cambiar.

A finales de la segunda semana, debemos administrarle una doble cantidad de alimento. Durante la cuarta - quinta semana, la alimentación debe aumentar de manera considerable, ya que es el momento en el cual produce más leche. Es aconsejable también darle productos lácteos.

Podremos volver a la alimentación habitual al final de la sexta semana.

Escrito por Jaime Trujillo Escobedo
En la foto puedes ver los cuatro gatitos que tuvo mi gata Life. ¿Verdad que son preciosos?