Criadilla de ciervo

Criadilla de ciervo
Elaphomyces granulatus

Elaphomyces granulatus: No comestible

Este hongo, perteneciente a la clase de los Ascomicetos, al orden de los Plectascales y a la familia de las Elafomicetáceas puede encontrarse en los grandes bosques, normalmente en zonas húmedas o bajo planchas de musgo.

No es comestible, salvo en el caso de los ciervos o los jabalíes, los cuales la ingieren a pesar de su desagradable olor.

Es difícil encontrar este hongo debido a que al buscarlo, nos tomamos con un hongo parásito (el Cordyceps ophioglossoides) y que, al arrancarlo, aparece el Elaphomyces junto a él.

Tiene una forma circular, un tanto arrugada, similar a un globo desinflado. Su longitud es de 1 a 2 cm de diámetro y tiene pequeñas verrugas que dan un aspecto granulado a la seta.

Al ser joven, el exterior de la criadilla de ciervo tiene un color amarillo anaranjado que cambia a un marrón, no muy oscuro, a medida que crece.

En el interior de la Criadilla de ciervo podemos observar que se encuentra rodeada por una “lámina doble”, en la que se encuentra el peridio.

El peridio está formado por el exoperidio, que es muy fino y de color marrón anaranjado y el endoperidio, que es más ancho y de color blanco.

La “lámina doble”, con las dos esporas, protege el “núcleo” del hongo: la gleba.
La gleba, en este caso, es inicialmente de color marrón rojizo y se vuelve negra a medida que las esporas maduran.

Podríamos ver estas capas de diferente grosor y color si cortamos la criadilla de ciervo por la mitad.

Escrito por Jaime Trujillo Escobedo