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A mis trece años de edad, el día 2 de Diciembre de 2007 inicié ‘El Balcón de Jame’. Este humilde espacio, cuyo secreto siempre fue el de compartir sin recibir nada a cambio, me dio la oportunidad de conocer un mundo nuevo, un entorno en el que me sentía yo mismo.

Hoy, 17 de abril de 2011 finalizo esta etapa de mi vida con una gran sonrisa y junto al recuerdo que este blog y cada unos de vosotros me habéis concedido.

He sido bloggero.

Jaime Trujillo Escobedo.

Inteligencia canina: ¿cuestión de raza?


Los estudios llevados a cabo para demostrar la existencia de comportamientos inteligentes en los canes han dado frutos muy interesantes. Los dueños son los principales sorprendidos cuando ven como las mascotas reaccionan de forma casi humana ante determinadas situaciones. Hay quien piensa que en el adiestramiento y en la paciencia está el secreto para que el perro obedezca y cumpla órdenes complicadas. Por otro lado, hay expertos que afirman que la inteligencia canina es una cuestión impresa en la genética de cada raza. La polémica se sirve de la multiplicidad de opiniones sobre este tema.

Partiendo de la base de que la inteligencia es un concepto muy costoso de definir cuando nos referimos a seres vivos que no son seres humanos, sí que podemos señalar que, al menos, algunos animales presentan actitudes que podríamos tildar de 'inteligentes'. En concreto, cuando observamos el universo canino, muchos son los perros que, con sus cualidades, han dejado boquiabiertos a un gran número de escépticos. Cierto es que el instinto es confundido con la inteligencia en ocasiones.

Se debe tener en cuenta que la educación es un factor clave puesto que existen enseñanzas que distan de ser automáticas y que requieren un gran desarrollo mental del can. Muchas veces lo que aprenden son modelos de respuestas que luego van repitiendo sucesivamente.

Tipos de inteligencia canina
Siguiendo el hilo de los estudios realizados con motivo de arrojar luz sobre una materia tan curiosa, los investigadores de la Universidad de California, EE.UU., intentaron probar la capacidad de comunicación de los perros a través de los ladridos. Tras las pruebas realizadas, los encargados del informe concluyeron que, según el número y el tipo de ladrido, el mensaje que transmitía el animal era diferente en cada ocasión. Así, dependiendo de la gravedad, agudeza e intensidad de los mismos, nuestra mascota podría desde alertarnos de una presencia extraña hasta decirnos lo mucho que nos aprecia.

Según el profesor y adiestrador canino Stanley Coren, podemos distinguir tres tipos de inteligencia en los perros. En primer lugar, destacaríamos la inteligencia instintiva, relacionada de forma directa con la genética. Los criadores de perros saben que razas cruzar para obtener ejemplares más robustos y fuertes, encaminados a la defensa o, por el contrario, más pequeños y manejables para disfrutarlos como animales domésticos que no requieran demasiado ejercicio. En función de las necesidades que se han presentado, los canes obtenidos han cumplido unas u otras expectativas, y es que es más difícil enseñar a un perro de rastreo a no ladrar que combinar genéticamente diversos elementos para que nazca directamente sin la capacidad de ladrar.

En segundo lugar estaría la inteligencia adaptativa, es decir, la capacidad de reaccionar ante un estímulo de forma lógica. Como su propio nombre indica, de lo que se trata es de que el can resuelva problemas concretos u obstáculos que le permitan adaptarse al medio que le rodea de la mejor manera posible. Este tipo de inteligencia invita al perro a aprender de determinadas situaciones. Un ejemplo lo tendríamos, por ejemplo, a la hora de dar de comer a nuestro perro. Imagina que guardamos el pienso de nuestra mascota en un mismo armario siempre. Si nos dirigimos a este armario y acto seguido nos dirigimos al tazón del perro y lo llenamos, puede que, con el tiempo, cuando el perro tenga hambre, se coloque cerca de ese armario y ladre para llamar nuestra atención.

Por último, la inteligencia funcional o de obediencia es la que afecta a nuestra relación con el perro. Es importante que contemos con la colaboración del perro cuando nos dispongamos a enseñarle ciertas técnicas. Esta inteligencia en concreto depende de la raza pero no podemos concluir que existan razas más inteligentes que otras sino razas con mayor predisposición para aprender. Aquí, en este punto, tiene más que ver la personalidad del can que su inteligencia. El hecho de obedecer órdenes puede resultar inútil aunque el perro disponga de una gran inteligencia adaptativa y por mucho que intentemos estimular y potenciar las enseñanzas.

Evalúa la inteligencia de tu perro
Stanley Coren realizó un test de inteligencia y las razas que encabezan el listado son el Border Collie, el Caniche, el Pastor Alemán, el Golden Retriever, el Doberman Pinscher, el Shetland Sheepdog, el Labrador Retriever, el Papillon, el Rottweiler y el Australian Cattle Dog. Estas serían las 10 razas con una mayor inteligencia funcional. Por el contrario, las razas en cola serían, de menos a más el Afgan Hound, el Basenji, el Bulldog, el Chow Chow, el Borzoi, el Bloodhound o San Humberto, el Pequinés, el Mastiff / Beagle, el Basset Hound y el Shih Tzu. Algunos han llegado a calificar a estas razas como "imposibles de adiestrar", de hecho, es una costumbre común de estas razas, el dar la espalda, actuar de forma independiente y desafiar la autoridad de su amo.

Para que puedas evaluar la inteligencia de tu perro, te recomendamos la puesta en práctica de este sencillo test con el que podrás conocer el coeficiente de tu mascota al margen de la inteligencia instintiva. La edad del perro recomendada para la realización de estas sencillas pruebas es el año, porque si lo hacemos con un perro menor, nos arriesgamos a que aún no haya alcanzado un grado suficiente de madurez. Las pruebas pueden realizarse en varios días con el perro en ayunas, ya que la comida se utilizará como premio. Hay que preparar los diferentes objetos de los que nos serviremos con antelación. Es importante que trasmitamos tranquilidad a nuestra mascota puesto que si nos nota tensos, él también se pondrá nervioso. ¡Adelante!

Test 1. Capacidad de Observación
En un momento del día en que no sacamos al perro a pasear, hacer todos los gestos (sin llamarle) que hacemos cuando le sacamos de paseo. Por ejemplo, coger el abrigo, las llaves y su correa, y nos quedamos quietos sin ir hasta la puerta.

El perro corre a la puerta o viene a nosotros excitado - 5 puntos.
Si no se mueve, nos dirigimos hacia la puerta. El perro se acerca a nosotros - 4 puntos.
Si tampoco se mueve, abrimos la puerta unos milímetros. Si viene - 3 puntos.
Si sigue sin moverse pero nos vigila atentamente - 2 puntos.
Si no nos atiende en absoluto - 1 punto.
Test 2. Resolver problemas
Enseñamos una golosina al perro (algo que le guste), le dejamos que lo huela y lo tapamos con una lata. Ponemos en marcha el cronómetro.

Si empuja la lata y obtiene la comida en 5 segundos o menos - 5 puntos.
Entre 5 y 15 segundos - 4 puntos.
Entre 15 y 30 segundos - 3 puntos.
Entre 30 y 60 segundos - 2 puntos.
Si olfatea la lata pero no lo consigue en menos de 1 minuto - 1 punto.
Si desde que la tapamos no hace ningún esfuerzo para alcanzar la comida - 0 puntos.
Test 3. Atención al entorno
Mientras el perro está fuera de la casa, cambiamos la disposición de algunos muebles en una habitación que el perro conoce. Añadir un par de sillas, mover una mesa a otro lado de la sala... Tiene que notarse que ha cambiado algo. Cuando entra el perro ponemos el cronómetro en marcha.

Si en 15 segundos el perro se da cuenta de que ha cambiado algo y empieza a explorar y olfatear - 5 puntos.
Si se dá cuenta entre los 15 y 30 segundos - 4 puntos.
Entre 30 y 60 segundos - 3 puntos.
Si parece darse cuenta (observa con atención) pero no explora - 2 puntos.
Si tras 1 minuto el perro permanece indiferente - 1 punto.
Test 4. Resolver problemas
Se toma una manta pequeña o una toalla de baño, y se le deja al perro olfatearla. El perro ha de estar despierto y activo. Rápidamente le tapamos la cabeza de forma que no pueda ver nada y ponemos en marcha el cronómetro.

Si se descubre la cabeza en menos de 15 segundos - 5 puntos.
Entre 15 y 30 segundos - 4 puntos.
Entre 30 y 60 segundos - 3 puntos.
Entre 1 y 2 minutos - 2 puntos.
Si no se ha liberado tras 2 minutos - 1 puntos.
Test 5. Interpretacón de gestos (aprendizaje social)
En un momento en que el perro esté sentado a un par de metros de nosotros (sin habérselo ordenado), le miramos a los ojos. En cuanto nos mire esperamos 2 o 3 segundos y le dedicamos una sonrisa, sin hacer más gestos.

Si viene a nosotros moviendo la cola - 5 puntos.
Si se acerca pero no llega hasta nosotros, o no mueve la cola - 4 puntos.
Si cambia de posición, se tumba o se levanta sin acercarse - 3 puntos.
Si se aleja - 2 puntos.
Si no presta atención - 1 puntos.
Test 6. Resolver problemas
Igual que el test 2, pero con más dificultad de manipulación de objetos. En lugar de una lata se emplea un trapo o toalla pequeña, con la que le tapamos la golosina.

La consigue en menos de 15 segundos - 5 puntos.
Entre 15 y 30 segundos - 4 puntos.
Entre 30 y 60 segundos - 3 puntos.
Entre 1 y 2 minutos - 2 puntos.
Si intenta cogerla pero abandona - 1 puntos.
Si la ignora - 0 puntos.
Test 7. Memoria a corto plazo
Ha de hacerse siempre antes que el test 8. En una habitación despejada, enseñamos al perro una golosina que no tenga olor fuerte, y se la dejamos olfatear para que sepa que es comida. Con alguien sujetándole (si es preciso) y asegurándonos de que nos vea, colocamos la golosina en una esquina de la habitación. Sacamos al perro durante unos 10 segundos y le hacemos entrar de nuevo en la habitación, poniendo el cronómetro en marcha.

Si va directo a la comida - 5 puntos.
Si olfateando va casi directo - 4 puntos.
Si se pone a buscar al azar y la encuentra en menos de 45 segundos - 3 puntos.
Si busca pero en 45 segundos no lo ha encontrado - 2 puntos.
Si no se esfuerza en buscar la comida - 1 puntos.
Test 8. Memoria a largo plazo
Ha de hacerse inmediatamente después del test 7. Se hace exactamente lo mismo (poner la comida en un rincón diferente al del test anterior), y se saca al perro de la habitación 5 minutos. Al entrar de nuevo arrancamos el cronómetro.

Si va directo a la comida - 5 puntos.
Si va directo a donde estaba la comida en el test 7, y luego al correcto - 4 puntos.
Si olfatea y encuentra la comida casi directamente - 3 puntos.
Si busca al azar y lo encuentra por casualidad antes de 45 segundos - 2 puntos.
Si no lo encuentra antes de 45 segundos - 1 puntos.
Si no intenta buscarlo - 0 puntos.
Test 9. Resolver problemas y manipular

Se pone una tabla sobre un par de guías de teléfonos, de forma que quepan las patas del perro pero no pueda meter la cabeza debajo. Se sujeta con peso suficiente como para que no pueda levantar la tabla. Se le muestra comida al perro y se deja que la huela. A continuación se pone debajo de la tabla (el perro tiene que verlo) y se pone en marcha el cronómetro.

Si lo saca con las patas en menos de 1 minuto - 5 puntos.
Si lo saca entre 1 y 3 minutos - 4 puntos.
Si lo intenta pero a los 3 minutos no lo ha conseguido sacar - 3 puntos.
Si no usa las patas y solo intenta alcanzarlo con la boca - 2 puntos.
Si no intenta alcanzar la comida - 1 puntos.
Test 10. Comprender lenguaje
Con el perro sentado a un par de metros de nosotros, y usando el tono de voz que empleamos para llamarle, pronunciamos una palabra cualquiera que no se parezca a su nombre.

Si responde a la llamada - 3 puntos.
Si no acude, pronunciamos otra palabra en el mismo tono. Si esta vez viene - 2 puntos.
Si tampoco se acerca, pronunciamos su nombre, añadiendo "ven" o la palabra que usemos para llamarle. Si viene - 5 puntos.
Si no viene, repetimos su nombre por segunda vez. Si ahora viene - 4 puntos.
Si no se mueve en ningún caso - 1 puntos.
Test 11. Aprendizaje
Este es complicado. Se trata de hacer que el perro aprenda una orden nueva. No hay que pedir nada demasiado complicado, solo algo sencillo que el perro no haya hecho nunca. Por ejemplo, sentado a nuestro lado, una orden para que se levante y se gire sentándose frente a nosotros.

La primera vez diremos la orden y como el perro no sabrá que queremos, le guiaremos a esa posición. Le felicitaremos y premiaremos con alguna golosina.
Repetimos la orden dos veces más, ayudándole.
Repetimos la orden dos veces más, pero ahora esperaremos un instante antes de ayudarle, guiándole con la correa.
Repetimos la orden, sin movernos para nada (es un tanteo). Si cumple la orden, aunque sea torpemente, le daremos 6 puntos.
Si falla, repetimos 10 veces más, ayudándole. Después hacemos otro tanteo sin ayudarle. Si lo hace bien - 5 puntos.
Si vuelve a fallar, 10 pruebas más. Si en el siguiente tanteo lo hace bien - 3 puntos.
Si se levanta e intenta hacer algo, pero no cumple la orden - 1 puntos.
Si después de las 30 pruebas que llevamos, sigue sin hacer nada - 0 puntos.
Test 12. Resolver problemas
Es el más complicado. Se coloca una muestra de comida en un sitio de forma que el perro la vea (antes se la habremos dado a olfatear, y tiene que ver como la colocamos ahí). Sin embargo, el perro no puede acercarse directamente, y ha de dar un rodeo, alejándose de la comida, hasta encontrar un camino para llegar a ella. Por ejemplo se puede usar una caja grande abierta por un extremo, y con una ranura por donde el perro vea la comida pero no pueda pasar. La solución será rodear la caja y entrar por el otro lado (no debe poderla mover ni alcanzar la comida con las patas). Se suelta al perro y se pone en marcha el cronómetro.

Si rodea el obstáculo y alcanza la comida en menos de 15 segundos - 5 puntos.
Si tarda entre 15 y 30 segundos - 4 puntos.
Entre 30 y 60 segundos - 3 puntos.
Entre 1 y 2 minutos - 2 puntos.
Si intenta alcanzar la comida metiendo la pata por la ranura, pero no intenta otro camino - 1 puntos.
Si no hace ningún esfuerzo por llegar a la comida - 0 puntos.
Evaluación y Resultados
Se suman todos los puntos conseguidos en las diversas pruebas.

54 puntos o más: Es un perro prácticamente superdotado, y es bastante inusual encontrar un perro con este nivel de inteligencia. Según diversos estudios, apenas el 5% de los perros lo alcanza, y eso entre las razas más inteligentes.
De 48 a 53 puntos: Perro de clase superior y con un alto nivel de inteligencia.
De 42 a 47 puntos: Nivel medio-alto. Tiene la capacidad de llevar a cabo cualquier tarea de las que se exigen a un perro corriente.
De 30 a 41 puntos: Nivel de inteligencia media. En ciertos trabajos se mostrará muy dotado, pero no tanto para otros.
De 24 a 29 puntos: Nivel bajo. A veces muestra destellos de agudeza, pero la mayor parte del tiempo tendrá algunas dificultades para entender lo que queremos de él. Aprenderá el mínimo de órdenes básicas (sentarse, acudir a la llamada, y poco más). Su utilidad dependerá de su inteligencia instintiva, es decir, de las capacidades que es capaz de desarrollar por la herencia genética de su raza.
De 18 a 23 puntos: Límite de la normalidad. Trabaja sin problemas en un entorno organizado y de poca actividad, y si no se le presentan situaciones nuevas.
Menos de 18 puntos: Deficiente. La convivencia con estos animales puede presentar problema.

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El Balcón de Jaime fue terminado el 17 de abril de 2011. Leer despedida.

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