La piel contribuye a mantener la temperatura del cuerpo y disminuye la pérdida de agua. Aparece surcada por una red de músculos, nervios receptores, vasos sanguíneos y glándulas sebáceas. La epidermis se encuentra cubierta por un manto o pelaje construido por millones de pelos (200 pelos/mm2).
En la base de los llamados pelos de lana se insertan unos músculos microscópicos, llamados horripiladores, que cuando el animal reposa echado, pueden erizarse en el lomo y en la cola, aumentando el poder aislante del pelaje o aumentando su espesor para impresionar a un adversario.
El pelaje está compuesto por tres tipos de pelos. En la superficie se encuentran los pelos de lana, rígidos, eréctiles y largos; protegen la capa inferior de los agentes externos.
Este pelaje superficial se completa con los pelos de guarda o de protección, que son acodados, ligeramente truncados, ásperos y tiesos y de un diámetro inferior l de los pelos de lana; conforman la capa intermedia del pelaje.
La capa inferior o borra está constituida por pelos suaves, finos, ondulados y muy apretados. Esta capa aislante mantiene la temperatura corporal del felino.
Escrito por Jaime Trujillo Escobedo