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A mis trece años de edad, el día 2 de Diciembre de 2007 inicié ‘El Balcón de Jame’. Este humilde espacio, cuyo secreto siempre fue el de compartir sin recibir nada a cambio, me dio la oportunidad de conocer un mundo nuevo, un entorno en el que me sentía yo mismo.

Hoy, 17 de abril de 2011 finalizo esta etapa de mi vida con una gran sonrisa y junto al recuerdo que este blog y cada unos de vosotros me habéis concedido.

He sido bloggero.

Jaime Trujillo Escobedo.

El estrés en los gatos


En el mundo felino, la ansiedad y el estrés están íntimamente relacionados con la adaptación a una situación nueva, como por ejemplo una mudanza, la llegada de una nueva mascota, el nacimiento de un bebé o visitas extrañas, mala relación con algún integrante de la familia, soledad, etc. También existen otras causas como enfermedad, obesidad, parásitos, intervenciones quirúrgicas o viajes prolongados. Es conveniente consultar a un profesional si la causa del malestar del gato no es producida por una enfermedad u otro trastorno de tipo orgánico. Una vez descartadas estas posibilidades, se determinará que el problema es de comportamiento.

Los signos manifiestos en este estado son agitación, dilatación pupilar, posición enroscada, pérdida de pelo, higiene excesiva (dermatitis sicogénica), agresividad, marcación de territorio dentro de la casa y deposiciones urinarias o de materia fecal fuera de la bandeja. En algunas razas, como el Siamés y el Birmano, pueden morder de forma obsesiva lana u otro tipo de tejidos.

Causas del estrés
Un gato también puede volverse agresivo y destructivo por aburrimiento cuando permanece mucho tiempo solo y estaba acostumbrado a tener una interacción muy cercana con su dueño. El animal puede marcar el territorio dentro de la casa si sufre estrés, provocado por cambios en la rutina diaria o por la la llegada de otro animal. Esta situación también ocurre cuando se ejecuta una profunda limpieza del hogar o cambios de mobiliario, y son eliminadas las marcas feromonales que los gatos realizan restregando su cara sobre lugares determinados de la vivienda.



Este tipo de marcaje inhibe al otro más sucio, que es el de orinar en forma de spray superficies verticales. Al desaparecer las marcas faciales, el animal tiende a reemplazarla orinando, de esa manera recupera su territorio. Si el gato defeca u orina fuera de la caja y está sano, se deberá buscar la causa que desencadena ese comportamiento. No hay que regañar ni pegar al animal, se deben ofrecer más areneros y colocar la comida en el lugar que hace las deposiciones. Todas estas tareas ayudarán al gato hasta que se encuentre la verdadera causa de la patología y se elimine o se realice una corrección del factor desencadenante.

Otra consecuencia del estrés felino es la dermatitis sicogénica, provocada por un aseo exagerado, un lamido compulsivo que lleva al animal a mordisquear continuamente alguna zona de su cuerpo sin razón aparente. Esto puede originar problemas de piel como dermatitis, eczemas, alopecia (zonas sin pelo) y lesiones autoinfligidas que pueden llegar a convertirse en verdaderas automutilaciones. Todas estas conductas compulsivas tienen que recibir el tratamiento adecuado para cada caso en particular y la situación en que se desarrolla.

El profesional especialista en etología (ciencia que estudia el comportamiento animal) buscará una solución al problema mediante cambios conductuales del comportamiento en conjunto con el dueño, y se complementa con la administración de fármacos ansiolíticos que varían según la patología a tratar.

Cubil de aislamiento o santuario
No hay que olvidar que los gatos necesitan su lugar de aislamiento, donde reposar tranquilos ciertos momentos del día o de la noche. Desean estar solos y relajados en un lugar en el que se sientan protegidos. Generalmente, eligen lugares altos y cerrados, por lo tanto, si es posible, se le debe construir un refugio en algún lugar de la casa donde ellos se sientan más cómodos y protegidos de ruidos, otros animales, personas, etc. Debe ser un cubil bien cerrado, en penumbra, abrigado y en un lugar alto. Se cree que los gatos prefieren los sitios altos por el hecho de que se sienten más seguros, dominan todo el lugar y tienen una visión más amplia del ambiente.



Este peculiar santuario se puede embellecer con unos toques decorativos, poniéndole algunos de sus juguetes preferidos. Este tipo de refugio puede ayudar al relajamiento o escondite del animal en algún momento en el que se sienta incómodo con la situación que ocurre en la casa, como visitas, niños jugando, ruidos, albañiles, gente que habla alto, movimientos de cambios de muebles o la llegada de algún nuevo electrodoméstico, fiestas, o cualquier otra cosa que rompa lo que ellos consideran un hogar tranquilo. Esta prevención puede ayudar a evitar una situación de ansiedad y estrés, desencadenada por algunas de las razones anteriormente nombradas.

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El Balcón de Jaime fue terminado el 17 de abril de 2011. Leer despedida.

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