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A mis trece años de edad, el día 2 de Diciembre de 2007 inicié ‘El Balcón de Jame’. Este humilde espacio, cuyo secreto siempre fue el de compartir sin recibir nada a cambio, me dio la oportunidad de conocer un mundo nuevo, un entorno en el que me sentía yo mismo.

Hoy, 17 de abril de 2011 finalizo esta etapa de mi vida con una gran sonrisa y junto al recuerdo que este blog y cada unos de vosotros me habéis concedido.

He sido bloggero.

Jaime Trujillo Escobedo.

EL BAÑO (SEGUNDA PARTE)


El baño del gato

La tarea de bañar a un gato es realmente complicada si el animal no está acostumbrado desde cachorro, y realmente, dado que el gato es un animal que dedica mucho tiempo del día a su propio aseo, el baño sólo debería practicarse cuando sea necesario: si realmente está sucio, en el caso de gatos que salen al jardín o al campo, antes de una exposición, por ejemplo, o en el caso de que algún tratamiento dermatológico lo requiera. En circunstancias normales, un cepillado diario a fondo elimina toda la suciedad del manto y resulta más beneficioso para el gato. No obstante, éstas son algunas precauciones a tener en cuenta antes de bañar a nuestro gatito por primera vez.

- El calendario de vacunaciones debe estar al día.

- Se debe usar un champú específico para gatos, no utilizar cualquiera de los nuestros, y no es recomendable el uso de otros acondicionadores o suavizantes.

- La habitación ha de estar templada y sin corrientes de aire.

- ¡Importantísimo! El agua debe estar tibia, ni demasiado fría, ni demasiado caliente, a una temperatura de unos 30 grados, y resulta conveniente dejar correr un rato el agua, a fin de que el animal se acostumbre al ruido. La intensidad del chorro debe ser moderada, y nunca dirigido directamente hacia la cara o las orejas.

- Una vez el gato mojado, se debe proceder a un exhaustivo enjabonamiento, dejando que el jabón actúe sobre el manto sobre unos 5 minutos. Una vez concluida esta fase es preciso aclarar con abundante agua para que no queden restos del producto que puedan provocar después picores o malestar.

- Antes del secado, retiraremos toda la humedad posible con una o más toallas, y a continuación usaremos un secador. Esta es la parte más delicada y la que más disgusta a los gatos. Podemos intentar conectar el aparato unos minutos a fin de que el animal se vaya acostumbrado al ruido, e ir practicando breves maniobras de acercamiento para que se dé cuenta de que el artilugio es inofensivo. Si a pesar de nuestras precauciones es imposible proceder al secado, paciencia!! No queremos un gatito aterrorizado, así que retiraremos la mayor parte de agua con una o más toallas secas, y permitiremos que el minino se termine de secar en una habitación tranquila y caliente.

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El Balcón de Jaime fue terminado el 17 de abril de 2011. Leer despedida.

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