Crisantemo
Chrysanthemum Hortorum
El crisantemo es una planta frondosa y de tamaño reducido que adorna hasta el más mínimo rincón con sus flores de pequeño tamaño y vivos colores.
Sus hojas son de color verde escuro y tienen los bordes recortados.
Las flores nuevas se abren a finales de primavera y pueden ser de color cobre, rosa, anaranjado, malva, marrón y amarillo. Esta planta tiene flores durante todo el año.
Desde su base, puede alcanzar una altura de 30 hasta 50 centímetros.
Podemos plantarla en una maceta, una jardinera o un centro de plantas florales. Una vez haya pasado la floración, podemos plantar el crisantemo en el jardín, siempre y cuando dispongamos de un lugar un tanto protegido de las frías heladas. Necesita una tierra permeable y rica en minerales.
El riego debe ser frecuente, de manera que el cepellón permanezca siempre húmedo.
Antes de la floración, durante la primavera, se realiza el abonado cada 15 días.
Para prevenir enfermedades será aconsejable que se poden las flores marchitas así como las hojas amarillas o secas.
Suele ocurrir que las hojas se reblandecen y se tornan a una tonalidad amarillenta, antes de caer.
Claramente esto es debido a la falta de agua, por tanto será necesario un riego regular.
Puede darse el caso de que el riego se realice regularmente. Entonces optaremos por acudir a la siguiente revisión: el estado de las raíces. Éstas podrían estar podridas y provocar en la planta la caída de las hojas.
Por tanto es importante vigilar la pudrición, u otras enfermedades que pueden acabar con el follaje.
El lugar ideal para instalar el crisantemo será un espacio fresco (con una temperatura de 15 a 18ºC) y claro, dotado de luz solar pero no directa.
Las plagas deben controlarse. Es común ver crisantemos afectados por moscas blancas o pulgones, por tanto será mejor que vigilemos la planta.
Escrito por Jaime Trujillo Escobedo