Hay dos épocas principales para sembrar un nuevo césped: primavera y otoño, aunque también se puede sembrar durante todo el período de marzo a octubre si se dispone de un buen sistema de riego y de agua suficiente.
En primavera –de mediados de marzo a primeros de junio- existe la ventaja de que el suelo posee la temperatura y la humedad ideales, pero esta época tiene el inconveniente de la fácil aparición de las malas hierbas y la posibilidad de que nos encontremos con veranos demasiado secos. En los climas atlántico y continental, es la época más indicada.
En otoño –de primeros de septiembre a mediados de octubre- la siembra suele dar mejores resultados, pues las condiciones climáticas acostumbran a ser mejores. Además, el césped soporta la estación fría sin ningún problema. La siembra de otoño requiere una preparación del suelo más esmerada. En la zona mediterránea se recomienda la siembra de otoño una vez superado el habitual período de lluvias fuertes.
Escrito por Jaime Trujillo Escobedo