El Bóxer es, sin duda, un perro que no pasa desapercibido, ya sea por su singular físico o por su maravilloso carácter. Simpatía y alegría desbordante, junto con una gran fidelidad hacia su amo, son sólo algunas de las características de este divertido can.
Una estructura fuerte junto con su nariz chata, su prognatismo, y su cuerpo musculoso, casi el de un culturista, le definen físicamente. El Bóxer, al igual que en otras razas, se seleccionó con esta apariencia por motivos de funcionalidad que, con el paso de los años, se fue acentuando hasta hacerle inconfundible.
Pero sobre todo, aunque en un primer momento nos llame la atención su porte, debemos saber que es un perro noble, fiel en extremo, valeroso y muy cariñoso. Además, es juguetón desde que nace hasta el fin de sus días. Se podría decir que es el eterno cachorro. En definitiva, enamora en todos los aspectos.
Paciencia e inteligencia, sus mejores rasgos
Como bien nos cuenta Carolina Nadal, criadora profesional de esta raza, es muy posible que, si no la conocemos, un primer motivo para tener un Bóxer sería su “anatomía distintiva y peculiar” que tanto nos sorprende. Sin embargo, el mayor atractivo lo encontramos en su interior.
Al igual que otras familias, la del Bóxer es excelente tanto para estar con los niños en casa, sin que corran el más mínimo riesgo, como para fines terapéuticos. Es un perro que trasmite alegría a su alrededor, pero a la vez es delicado, dulce y posee una paciencia infinita. Por estas beneficiosas características es una raza que se usa tanto en geriatría, como en personas discapacitadas, autistas, depresivas, o con algún grado de dificultad de adaptación a la sociedad.
Se trata de un perro extremadamente equilibrado, inteligente y muy seguro de sí mismo. Además, posee un olfato muy desarrollado, lo que le convierte, junto con su agudeza, en un extraordinario discípulo para el adiestramiento. Asimismo, el Bóxer resulta muy valioso como perro ‘lazarillo’ y su educación en este campo está cada día más en auge tras las sucesivas pruebas realizadas, ya que han dado excelentes resultados hasta el momento.
Deportista nato
Generalmente, es un perro muy activo y un deportista nato. Sin embargo, el Bóxer posee muy buen apetito, por lo que hay que controlar que no adquiera un exceso de peso ofreciéndole comidas equilibradas.
En palabras de Mariló Cabello, criadora de Bóxer, la alimentación ha de centrarse en el pienso seco, “siempre y para todas las razas de perros en general”. Y si puede ser especial para Bóxer, mejor todavía, sobre todo porque “el tamaño de la croqueta es el ideal”.
Es una raza fuerte y con una buena salud. Al principio de su cría era común que las camadas presentaran algún problema de corazón; pero hoy, y gracias a la labor de todos los criadores serios, se ha reducido el riesgo de ese tipo de enfermedad. Eso sí, siempre deberemos tener en cuenta su peculiar nariz, ya que al ser tan chato, no respira igual que el resto de canes. Pese a ello, podemos estar seguros de que es una raza vigorosa que no nos dejará indiferentes.
Este simpático compañero no es sólo muy cariñoso sino que además de mimar generosamente le gusta que le mimen. Su apego y fidelidad hacia el dueño es muy grande. Es extraordinariamente sociable e ideal como perro de compañía.
Expresividad y dominación
Aunque debemos saber también que, en general, es bastante dominante, en especial los machos. Todo depende, en parte, de la socialización recibida desde pequeño, pero normalmente suelen ser bastante orgullosos con otros perros. No es un perro peleón: jamás busca riña con otros perros sin un motivo concreto, pero sabe reaccionar con fiereza ante la provocación. Responde ante el ataque, pero nunca acepta batallar con otro más débil que él.
El Bóxer es un perro muy expresivo, extremadamente limpio y no acostumbra a ladrar, sólo lo hace ante una situación de riesgo. Si alguien pretendiera entrar en la casa, inmediatamente lo manifestaría con sus ladridos, por lo que podemos sentirnos a salvo con este pequeño guardián.
En definitiva, es el mejor amigo con el que podemos contar. Es ideal para que comparta nuestro hogar, ya que su conducta y carácter nos encandilará desde el principio llenando nuestra casa de seguridad, juegos y ternura.
Una estructura fuerte junto con su nariz chata, su prognatismo, y su cuerpo musculoso, casi el de un culturista, le definen físicamente. El Bóxer, al igual que en otras razas, se seleccionó con esta apariencia por motivos de funcionalidad que, con el paso de los años, se fue acentuando hasta hacerle inconfundible.
Pero sobre todo, aunque en un primer momento nos llame la atención su porte, debemos saber que es un perro noble, fiel en extremo, valeroso y muy cariñoso. Además, es juguetón desde que nace hasta el fin de sus días. Se podría decir que es el eterno cachorro. En definitiva, enamora en todos los aspectos.
Paciencia e inteligencia, sus mejores rasgos
Como bien nos cuenta Carolina Nadal, criadora profesional de esta raza, es muy posible que, si no la conocemos, un primer motivo para tener un Bóxer sería su “anatomía distintiva y peculiar” que tanto nos sorprende. Sin embargo, el mayor atractivo lo encontramos en su interior.
Al igual que otras familias, la del Bóxer es excelente tanto para estar con los niños en casa, sin que corran el más mínimo riesgo, como para fines terapéuticos. Es un perro que trasmite alegría a su alrededor, pero a la vez es delicado, dulce y posee una paciencia infinita. Por estas beneficiosas características es una raza que se usa tanto en geriatría, como en personas discapacitadas, autistas, depresivas, o con algún grado de dificultad de adaptación a la sociedad.
Se trata de un perro extremadamente equilibrado, inteligente y muy seguro de sí mismo. Además, posee un olfato muy desarrollado, lo que le convierte, junto con su agudeza, en un extraordinario discípulo para el adiestramiento. Asimismo, el Bóxer resulta muy valioso como perro ‘lazarillo’ y su educación en este campo está cada día más en auge tras las sucesivas pruebas realizadas, ya que han dado excelentes resultados hasta el momento.
Deportista nato
Generalmente, es un perro muy activo y un deportista nato. Sin embargo, el Bóxer posee muy buen apetito, por lo que hay que controlar que no adquiera un exceso de peso ofreciéndole comidas equilibradas.
En palabras de Mariló Cabello, criadora de Bóxer, la alimentación ha de centrarse en el pienso seco, “siempre y para todas las razas de perros en general”. Y si puede ser especial para Bóxer, mejor todavía, sobre todo porque “el tamaño de la croqueta es el ideal”.
Es una raza fuerte y con una buena salud. Al principio de su cría era común que las camadas presentaran algún problema de corazón; pero hoy, y gracias a la labor de todos los criadores serios, se ha reducido el riesgo de ese tipo de enfermedad. Eso sí, siempre deberemos tener en cuenta su peculiar nariz, ya que al ser tan chato, no respira igual que el resto de canes. Pese a ello, podemos estar seguros de que es una raza vigorosa que no nos dejará indiferentes.
Este simpático compañero no es sólo muy cariñoso sino que además de mimar generosamente le gusta que le mimen. Su apego y fidelidad hacia el dueño es muy grande. Es extraordinariamente sociable e ideal como perro de compañía.
Expresividad y dominación
Aunque debemos saber también que, en general, es bastante dominante, en especial los machos. Todo depende, en parte, de la socialización recibida desde pequeño, pero normalmente suelen ser bastante orgullosos con otros perros. No es un perro peleón: jamás busca riña con otros perros sin un motivo concreto, pero sabe reaccionar con fiereza ante la provocación. Responde ante el ataque, pero nunca acepta batallar con otro más débil que él.
El Bóxer es un perro muy expresivo, extremadamente limpio y no acostumbra a ladrar, sólo lo hace ante una situación de riesgo. Si alguien pretendiera entrar en la casa, inmediatamente lo manifestaría con sus ladridos, por lo que podemos sentirnos a salvo con este pequeño guardián.
En definitiva, es el mejor amigo con el que podemos contar. Es ideal para que comparta nuestro hogar, ya que su conducta y carácter nos encandilará desde el principio llenando nuestra casa de seguridad, juegos y ternura.
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